En resumen, hablar de la marca es hablar de su reputación. Cada interacción que tienes con los demás otorga la oportunidad de crear una experiencia memorable, enseñándoles lo que pueden esperar de la propuesta de valor de un negocio enmarcado, valga la redundancia, en la marca. Cuando eres constante en la entrega de esas experiencias, construyes una fuerte reputación. Entregar una marca de manera clara y consistente a una amplia audiencia ayuda a abrir puertas a oportunidades. La marca entonces, se convierte en la tarjeta de visita personal: una
promesa única de valor; una representación distinta y auténtica de lo que se propone un negocio, producto o servicio, una persona al mercado. En el proceso de construcción, la marca personal, define la individualidad, maximizando esas fortalezas para crear nuevas y futuras oportunidades.
La firma de consultoria PwC (PriceWaterhouseCoopers) ha creado una experiencia de marca personal para ayudar a empresas, personas, productos, servicios; a encontrar y mostrar los puntos fuertes para que pueda destacarse una marca entre la multitud. Aprovechando sus habilidades únicas, talentos y pasiones. En esta guía se desencadenan actividades que aquí se ofrecen para hacerse mapear y moldear el desarrollo de una marca.